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Normativa del Servicio

Nueva Normativa del Servicio de Taxi en vigor desde el 1 de Mayo de 2013

Praga tiene una reputación bastante mala en cuanto a su servicio de taxis. Y según algunas compañías de transporte, una nueva ley diseñada para aclarar las normas sólo sirve para causar más enfado y confusión.

La ley, que entró en vigor el 1 de Mayo de 2013, pretende frenar las prácticas ilegales unificando los reglamentos existentes y haciendo una clara distinción entre las compañías convencionales de taxis con taxímetro y las firmas de contratación privada que ofrecen a los pasajeros servicios de transporte a precios fijos y sin taxímetros. Esta ley se aplica a todos los transportistas que emplean vehículos con una capacidad de hasta ocho pasajeros y no afecta a los servicios de transporte en autobús.

Bajo dicha legislación, todos los conductores tendrán que ser contratados por la compañía de transporte además de ser el dueño registrado del vehículo o el operador del mismo (y debe estar registrado en el registro de vehículos de taxi) así como poseer su propia licencia de taxi. Anteriormente, sólo la compañía debía poseer una licencia, implicando que el conductor al que se le había prohibido ejercer su profesión en una compañía podría simplemente encontrar trabajo en otra empresa.

Las autoridades creen que la nueva ley reducirá la práctica de los timos a los clientes desprevenidos, pero siempre existen posibles lagunas legales. Todas las compañías estarán sujetas a una tarifa máxima (que en Praga es de 28 CZK por kilómetro; precio establecido por la autoridad municipal), mientras que las tarifas que no estén determinadas por un taxímetro deben ser acordadas de antemano y deben contemplarse en un contrato escrito entre el conductor o la compañía de taxi y el cliente.

Muchas limusinas y transportistas privados no están de acuerdo con la nueva ley. Según ellos, es poco razonable esperar que las compañías que cuentan con vehículos caros como Audis y Mercedes en sus flotas tengan una restricción en el precio que pueden cobrar. Algunas compañías de taxi también comentan que para ellos es imposible planear cada viaje y proporcionar el nombre de sus clientes, ya que a menudo estos desean permanecer en el anonimato.

Los conductores que incumplan la nueva normativa podrían enfrentarse a multas de hasta 50,000 CZK y la suspensión de su licencia durante dos años.