El control de taxistas vuelve a defraudar, aproximadamente la mitad no son honestos

Casi la mitad de los taxistas controlados en la República Checa vulnera los reglamentos legales. Entre las transgresiones de la ley más importantes se encuentran el hecho que los clientes no sean debidamente informados sobre los precios, sufran precios abusivos y además no supone una excepción el hecho de que les den mal los cambios y padezcan otras prácticas mercantiles de dudosa reputación. El organismo de Inspección mercantil checa controló 144 vehículos de servicios de taxi durante el segundo trimestre de 2009, constatando que 59 de ellos incumplían las normas legales.

“En 13 casos se impusieron multas por un valor total de 19 mil coronas en el mismo lugar en que se constataron los hechos. En otros veinte casos se dará inicio a diligencias administrativas con los infractores,” indicó dicho organismo, que además mencionó que uno de los conductores incluso utilizaba un taxímetro no verificado oficialmente y que contabilizaba mal las carreras.

Cada vehículo del servicio de taxi tiene que estar dotado de un rótulo luminoso con inscripción TAXI firmemente instalado en el techo.

Ambas puertas delanteras tienen que estar señaladas con la placa de registro, nombre de agencia, tarifa básica, el precio por kilómetro y el precio por un minuto de espera. Estos precios deben de coincidir con los que indica el taxímetro.

Es aconsejable pedir un coche mediante una central con servicio continuo, donde se puede obtener información sobre los precios. Terminado el trayecto el chófer debe proporcionar un recibo debida y completamente cubierto. Este recibo tiene que ser de la impresora del taxímetro.